Un lector de LA GACETA registró cómo hoy, durante la tarde a lo largo de la avenida Aconquija, 10 motociclistas sin casco corrían picadas a toda velocidad.

Las motos pasaron todos los semáforos en rojo, esquivando los demás vehículos en su camino.

La situación llamó la atención de los conductores, testigos en peligro de una costumbre que parecería de nunca acabar.